domingo, 12 de agosto de 2007

Lo típico en verano: me duele la tripa

Hoy mi hijo pequeño, tiene 10 años, se ha levantado con dolor de tripa. ¿los helados, el agua de la piscina, un exceso de chucherías? Enseguida empezamos a hacer una lista mental de las diferentes posibles causas. No ha comido mayonesa, ni marisco ¿que será? Lo siguiente es la búsqueda del síntoma para calibrar como de grave es el asunto y si merece la pena llevarle al médico. No fiebre, no diarrea, si dolor de tripa, si un vómito mañanero y malestar general.
Lo que me parece más llamativo en estos casos es, el gran cambio en los comportamientos infantiles. En el caso de mi hijo, es como si el malestar le inmovilizara y no le dejara salir de una habitación con paredes transparentes (puesto que estamos al aire libre haciendo camping).
Me he decidido por vigilarle de cerca, darle buchitos de refresco de te al limón y hacerle una maravillosa sopa de arroz baja en grasa, que por cierto ha engullido sin rechistar, nada común en él. ¡Ah! y media manzana con pocas ganas.
Pienso en mi grado de preocupación, yo diría grado bajo-medio. ¿pero no pensais que estas situaciones apenas merecen calificación? Sólo ponerse en marcha. Cuando te pones en marcha y tomas decisiones, el problema puede que no se solucione pero "atribula menos". Hasta pronto.
Una madre (ahora mismo), poco atribulada.

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